¿Porqué me sucede? ¿Es importante?
Al igual que en el resto de los períodos de transición normales que se dan a lo largo de la vida de la mujer, como por ejemplo, la pubertad y el embarazo, la menopausia es una etapa en la que se generan cambios en la esfera física, emocional, cognitiva y sexual. Esto puede incluir algunas diferencias en la forma en que dormimos. Dichos cambios en algunas mujeres pueden predisponer al riesgo de padecer lo que se denomina "Trastornos del sueño", que es la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño durante un período de al menos 3 (tres) semanas. Básicamente, los trastornos del sueño comprenden cualquier alteración que afecte, perturbe o comprometa el buen descanso nocturno. Según datos estadísticos, los trastornos del sueño aumentan de un 12 a un 40% en las mujeres entre los 40 y 50 años, coincidiendo con el período en el cual cesan los períodos menstruales. También sabemos que hasta un 35% de la población consulta por alguna alteración del sueño en algún momento de la vida.
¿Por qué me sucede?
Sabemos que a partir de los 40 años se produciría una alteración del ritmo circadiano vigilia-sueño y que esta modificación puede disminuir la eficacia del sueño, haciéndolo más superficial, incluyendo una mayor frecuencia de despertares nocturnos.
Coincidentemente en esta etapa de la vida, aparecen los llamados “sofocos” o "calores", que si se presentan por la noche, contribuyen a la alteración de la calidad de sueño nocturno porque pueden provocar despertares frecuentes con la dificultad para conciliar nuevamente el sueño. Aproximadamente, el 60 al 80% de las mujeres presentarán sofocos de variada frecuencia e intensidad luego de la menopausia. También es cierto que pueden persistir algunos años.
Por otro lado, es frecuente la presencia de síntomas de la vejiga tipo "irritativos" (como consecuencia de la falta de la hormonas femeninas, principalmente estrógenos en el aparato urogenital) provocando síntomas parecidos a una infección urinaria. Entre ellos, aumento de la frecuencia de la micción nocturna, que provoca la interrupción del sueño.
¿Por qué es importante su diagnóstico y tratamiento?
Ya sea por mala calidad de nuestro sueño o porque sea insuficiente, los trastornos del sueño alteran la calidad de vida de las mujeres de distintas maneras, por ejemplo, nos vuelve más irritable, tenemos somnolencia durante el día, nos cuesta concentrarnos en las actividades diarias especialmente en las que requieren precisión. Asimismo, puede afectar nuestra memoria ya que ésta es muy sensible a la falta de sueño. A su vez serían causa de reducción en la productividad y seguridad en el trabajo
¿Podré volver a dormir bien otra vez? ¿En qué consiste el tratamiento? ¿Puedo hacer algo para prevenirlo?
Si nuestro descanso está alterado y se mantiene así por varias semanas, la recomendación es consultar con el médico. Si se confirma que estamos en presencia de una alteración de sueño, se implementan una serie de medidas. Generalmente comenzamos por llevar a cabo la “higiene del sueño”. Cuando hablamos de “higiene del sueño” nos referimos a modificar estilos de vida. Esta consiste en comenzar con la práctica de ejercicio diario como por ejemplo caminatas, una dieta equilibrada, dejar el cigarrillo y el consumo de alcohol, como así también tomar en cuenta aquellos factores del medio ambiente (luz, ruido, temperatura) que interfieren negativamente con el sueño. La mayoría de las veces poniendo en práctica estos consejos, es suficiente para mejorar la calidad del sueño. A veces también se indica apoyo psicoterapéutico llevado a cabo por un profesional. Esto sirve para modificar ciertas creencias, expectativas y atribuciones sobre el sueño y el insomnio. Estudios de calidad científica demostraron una mejoría del 70 % en personas con insomnio.
En cuanto al tratamiento farmacológico, el mismo dependerá de la causa subyacente de la alteración del sueño y debe estar supervisada por un profesional de la salud. Dichos tratamientos incluyen Terapia de Reemplazo Hormonal con estrógenos y progesterona, que a su vez mejora los sofocos cuando coexisten con las alteraciones del sueño, hasta psicofármacos.
¿Ante qué casos debo consultar?
SIEMPRE que notemos algún cambio en el ritmo de nuestro sueño o en la mala calidad del mismo.
Recordar, ante la duda, ¡CONSULTE!
Dra Agustina Starvaggi
Medica Ginecóloga
Sección Endocrinología Ginecológica Servicio de Ginecología Hospital Italiano de Buenos Aires.